16 dic 2011

Sinergias


Una lectura de la realidad Valenciana


A pesar de la profunda crisis española, la comunidad valenciana continúa apostando a la innovación. Esta es la percepción que tuve durante mi reciente experiencia en un Parque Científico Español.

Durante  noviembre y parte del corriente mes he tenido la oportunidad de realizar una inmersión de trabajo en el Parc Cientific de la Universitat de València (PCUV). A la vez, he aprovechado la estadía para realizar un curso de posgrado en la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y participar de reuniones universidad-empresa, cámaras empresariales, profesionales, fundaciones y organismos públicos, todos vinculados al fomento de la innovación.

Tanto en las tareas cotidianas dentro del PCUV, como en el resto de los ámbitos mencionados, la innovación, la calidad, la sostenibilidad y la internacionalización se plantean como la principal puerta de salida de la actual crisis que atraviesa el país. No son cuatro propuestas independientes, sino cuatro ejes simultáneos de abordaje de una visión holística que propone impulsar la actividad económico-empresaria y la científico-académica, en una instancia superadora de la conocida relación cliente-proveedor de servicios de alto nivel tecnológico y de conocimiento.

La diversidad de interlocutores con los que pude compartir jornadas de debate y/o trabajo, me ha  enriquecido con sus particulares enfoques y quisiera en este momento compartir uno de ellos: las “sinergias”.

La Comunidad Autonómica Valenciana se divide en tres provincias: Valencia, Castellón y Alicante. En ellas hay cinco universidades nacionales: Universidad de Valencia (UV), Universidad Politécnica de Valencia (UPCV), Universidad Jaime I (UJI) en Castellón, Universidad Miguel Hernández (UMH) en Elche y Universidad de Alicante (UA), las dos últimas en la provincia homónima. Cada una de ellas ha puesto en marcha un parque científico-empresarial para el logro de la “tercera misión” definida por la Unión Europea en sus objetivos regionales.

Estas estructuras tienen distintos formatos y se adaptan a la realidad de cada ámbito. En el caso particular de la Comunidad Valenciana, estos parques apoyan y albergan a los institutos de investigación y también a 146 empresas de base tecnológica (EBTs) con distinto grado de maduración, de las cuales la mitad se encuentra en el PCUV. Estos parques comparten la Red de Parques Científicos Valencianos (RPCV) para la colaboración entre los grupos de gestión y a la vez entre las empresas radicadas.

Para aumentar la competitividad internacional, la Provincia de Valencia, con sus dos Universidades (UV y UPV), y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas Español (CSIC) han impulsado la creación del Campus de Excelencia Internacional, denominado VLC/CAMPUS y cuyo objetivo es la integración de los recursos de formación, investigación e innovación de las tres instituciones.

Asimismo cabe destacar que en el Ayuntamiento de Paterna (Provincia de Valencia), donde se encuentra el PCUV, hay además un Parque Tecnológico, un Parque Empresarial y tres polígonos industriales, que en su conjunto favorecen el funcionamiento de unas 1.100 pymes. Aquí vale mencionar que este ayuntamiento no alcanza a los 70.000 habitantes.

Dicho esto, podríamos preguntarnos si hay redundancia, paralelismos, o concurrencias de esfuerzos, de estructuras, de organismos, de niveles de gobierno, etc. O bien, simplemente destacar que hay “sinergias” productivas que son el resultado de una adecuada visión de sus roles, en unión a una eficiente coordinación e interacción.

Para que el conocimiento generado en los ámbitos de investigación llegue a la sociedad mediante productos y servicios adquiribles en los mercados, no solo es importante la existencia de una masa crítica en términos de recursos humanos e instituciones dedicadas a la investigación científica, sino también lo es la presencia de una masa crítica de recursos humanos e instituciones dedicada a la promoción, la divulgación, la protección y la vigilancia tecnológica. En la realidad de nuestro propio ámbito también es posible impulsar esta experiencia, que se encuentra actualmente en una etapa germinal. Debido a la difícil coyuntura económica que atraviesa la UE y España en particular en estos tiempos, la comunidad científica sabe que no tendrán la disponibilidad de fondos nacionales para investigación como los que contaron durante los últimos años, y que muchos de los miembros de los equipos de investigación, pagados con fondos de proyectos, se quedarán sin trabajo. Por ello, como una estrategia adaptativa que los ayude a salvar esta limitación, ahora se apunta a aumentar la competitividad internacional para el acceso a fondos europeos de investigación y a la generación de riqueza a partir de la creación de empresas innovadoras que logren volcar en productos y servicios demandables, el conocimiento generado.